2095 (y con una década más o menos de margen... ¡pues qué más da si todo tiende a llegar...!) Pero en las metrópolis donde los trenes se deslizan por lo alto, aisladas con macro-burbujas artificiales de una intolerable polución y hasta donde los ratolines comen microquesitos deshidratados, reina nuevamente un caos de violencia, marginación y desigual sobreabundancia -valga la represora redundancia- de polis con armas de alto voltaje picador y uso frecuente del láser Skywalker (Esto creo que lo he visto en un videogame pero superará sin lugar a dudas a la ociosilla Science fiction...) Asimismo domina una videovigilancia aérea muy sofisticada y estricta.
Tribus urbanas al mando de alcadetes con calvas aerodinámicas y diputadillos poseedores de pequeñas mafias freakys dominarán en las grandes urbes, incluso no pocas veces se librarán esos pocos curitas corruptos y armados por necesidad hasta los dientes. “¡Ojo por ojo y diente por diente y el siguiente...!”
(Bueno, ya sabéis que no todo sería tan fácil como sucedió en Marbella, p.ej., o menos duro que en el Bronx actual, por ejemplo...)